Se trata de una Fiesta Religiosa en Honor a la Virgen María con advocación de la Candelaria. Fiesta en la que el protagonista es el fuego en forma de candela (luz) o en forma de hoguera. La luz de las candelas, alrededor de las que giran tanto los actos religiosos como los populares, otorga un aire mágico a estas sencillas y populares celebraciones.

Hablando de lo popular, cada familia se reúne días antes de la noche del 1 de febrero, día en el que se realizan las candelas, para recoger las tradicionales “coscojas” o como aquí se dicen “corcojas” para poder encender las candelas dicha noche en todas las calles del pueblo, rezándose oraciones y pidiendo porque esa luz llegue a cualquier sitio del mundo por medio de María; realizando saltos sobre ella, distintos juegos,…

Con el paso del tiempo, también se realizan las candelas con distintos tipos de materiales sobre todo con almanaques, instrumentos antiguos de muchos sentimientos personales, incluso hechos expresamente para ese momento como los que año tras año hace la vecina Lali con la finalidad de pedir a la virgen algún deseo. Y como donde hubo candelas siempre quedan rescoldos no son pocos los que aprovechan para realizar barbacoas y alargar así la noche.

En cuanto a lo religioso, se realiza una misa la tarde del día 2 finalizando con la presentación de los niños bautizados en el último año antes de la Fiesta iluminados con una vela en representación del mismo momento en que Jesús fue presentado y que en nuestro caso son presentados a la Virgen María con un niño en sus brazos y por tal motivo es a la que se le hace tal protestación de fe.